domingo, 17 de junio de 2012

UNA EXQUISITA LECCIÓN DE CINISMO


Diálogo entre Colbert y Mazarino
durante el reinado de Luís XIV de Francia, el ‘Rey Sol’


¡Hace cuatro siglos!
 
 Colbert:  Para conseguir dinero, hay un momento en que engañar al contribuyente ya no es posible. Me gustaría, Señor Superintendente, que me explicara cómo es posible continuar gastando cuando ya se está endeudado hasta al cuello...

Mazarino:  Si se es un simple mortal, claro está, cuando se está cubierto de deudas, se va a parar a la prisión.  ¡Pero el Estado...! ¡Cuando se habla del Estado, eso ya es distinto!  No se puede mandar el Estado a prisión.  Por lo tanto, el Estado puede continuar endeudándose.
¡Todos los Estados lo hacen!


Colbert:  ¿Ah sí? ¿Usted piensa eso?   Con todo, precisamos de dinero, ¿y cómo hemos de obtenerlo si ya creamos todos los impuestos imaginables?

Mazarino:  Se crean otros

Colbert:  Pero ya no podemos lanzar más impuestos sobre los pobres.

Mazarino:  Es cierto, eso ya no es posible.

Colbert:  Entonces, ¿sobre los ricos?

Mazarino:  Sobre los ricos tampoco. Ellos no gastarían más y un rico que no gasta, no deja vivir a centenares de pobres. Un rico que gasta, sí.

Colbert:  Entonces, ¿cómo hemos de hacer?

MazarinoColbert, ¡tú piensas como un queso de Gruyere o como un orinal de enfermo! Hay una cantidad enorme de gente entre los ricos y los pobres. Son todos aquellos que trabajan soñando en llegar algún día a enriquecerse y temiendo llegar a pobres. Es a esos a los que debemos gravar con más impuestos..., cada vez más..., ¡siempre más!
A esos, ¡cuánto más les quitemos, más trabajarán para compensar lo que les quitamos!¡Son una reserva inagotable!  

 

¿Te reconocés, gil de la clase media?





martes, 5 de junio de 2012

FRIO

El reloj de la suerte marca la profecía, deseo, angustia, sangre y desamor. 
Mi vida llena y mi alma vacía, yo soy el público y el único actor. 
Las olas rompen el castillo de arena, la ceremonia de la desolación, 
soy un extraño en el paraíso, soy un juguete de la desilusión. 
Estoy ardiendo y siento frío, frío. 
Grito los nombres, nadie responde, perdí el camino de vuelta al hogar, 
sé que estoy yendo pero no sé hacia dónde, busco el principio y sólo encuentro el final. 
Las olas rompen el castillo de arena, la ceremonia de la desolación, 
soy un extraño en el paraíso, soy un juguete de la desilusión. 
Estoy ardiendo y siento frío, frío, frío, frío. 
Termina el sueño, suena el disparo, soy el delirio, soy la confusión, 
soy sólo un verso que está equivocado mientras la muerte deja caer el telón. 
Las olas rompen el castillo de arena, la ceremonia de la desolación, 
soy un extraño en el paraíso, soy un juguete de la desilusión. 
Estoy ardiendo y siento frío, frío. Frío, frío, frío, frío, frío, frío.

FRIO